Una fábula de Esopo:
El lobo y el asno
Un lobo fue elegido rey entre sus congéneres y decretó una ley ordenando que lo que cada uno capturase en la caza, lo pusiera en común y lo repartiese por partes iguales entre todos; de esta manera ya no tendrían los lobos que devorarse unos a otros en épocas de hambre.
Pero en eso lo escuchó un asno que estaba por ahí cerca, y moviendo sus orejas le dijo:
- Magnífica idea ha brotado de tu corazón, pero ¿ Por qué has escondido todo tu botín en tu cueva ? Llévalo a tu comunidad y repártelo también, como lo has decretado.
El lobo, descubierto y confundido, derogó su ley.
/Ún lóβo fué elexíðo réʝ éntre sús koŋxéneres ʝ dekretó úna léy orðenándo ké lo ké káða úno kaptúrase én lá káθa, ló pusiéra én komún ʝ lo repartiése por pártes iguáles éntre toðos; de ésta manéra ʝá nó tendrían lós lóβos ké deβorárse únos a ótros én épokas dé ámbre.
péro én éso lo eskutʃó ún ásnoá ké estáβa pór aí θérka, ʝ moviéndo sús oréxas le dixó:
- Maxnífika idéa á brotáðo dé tú koraθón, péro ¿Pór ké ás eskondíðo tóðo tú botín én tú cuéβa?
ʎéβalo a tú komunidáθ ʝ repártelo también, kómo lo ás dekretáðo.
él lóβo, deskubiérto ʝ konfundíðo, derogó sú léʝ.
Nessun commento:
Posta un commento